Esto no quiere decir que alguna vez haya sido normal (¡Dios me libre!) sino más bien, que mi entusiasmo por el tema "trapos" se ha atenuado un poquito.
Tengo recaídas , y gordas, lo confieso, pero cada vez es mas difícil sorprenderme e ilusionarme con el asunto de las pasajeras modas...
No obstante, echando las vista atrás y rebuscando por mis armarios hay prendas y objetos que me siguen flechando. Todas tienen un denominador común y es haber pertenecido anteriormente a alguna abuela, mayoritariamente , de mi familia (o vete tú a saber...).
Vamos, que tienen una pila de años, pero me siguen entusiasmando cómo el día que los descubrí.
Y todos, absolutamente todos, los he usado bastante (y lo que les queda).
No pienso pienso nombrar el término "vintage" en todo el post. Sólo para criticar, para eso si.
Y es que las cosas comenzaron a ser retro y un buen día, de golpe y porrazo, todo comenzó a ser vintage .
Y encima pronunciado a la francesa: señoras, no es obligatorio ser políglotas ni nada parecido, pero si vamos a intercalar una palabra concreta cada dos frases, por lo menos tengamos la curiosidad de averiguar como se pronuncia. Luego ustedes ya, lo hacen como quieran -o como puedan, que eso nos pasa a todos - pero por lo menos, un poquito de interés.
Es una pena, para una tendencia que encuentro acorde a mi espíritu urraquil-aprovechalo-todo-con-un-poco-de-síndrome-de-Diógenes-y-otro-poco-de-Indiana-Jones (por la arqueología...) van y me la estropean.
La última vez que oí pronunciarlo a una interfecta mientras miraba ropa en el mismo perchero que yo, casi me hago un esguince de lo rápido que solté el colgador de marras y salí pitando...
Bueno, y después de haberme aguantado este rollo, os voy enseñar algunos de mis tesoros.
No son todos, ni mucho menos, y la familia sigue aumentando...
El primero y, casi, casi mi favorito, es este pequeño mantón. Es de seda, de mi tatarabuela, y cómo lo mío no son los trajes regionales, lo uso a diario.
Sigue teniendo un color alucinante.
Este top "a lo Lola Flores" lo compré a peso (en Flamingo). Tiene más personalidad que cualquier prenda festivalera que nos "ataca" estas fechas.
Esta es de adquisición -mejor dicho, herencia reciente-. No es muy fotogénica pero puesta es una preciosidad. Me la guardo para un short de cuero.
Va con un pantalón palazzo de terciopelo negro de morirte, pero creo que lo usaré por separado.
Y mi bolso de coco marrón. Siempre lo llevo con el asa metida por dentro, a modo de cartera grande.
Tan viejo y tan bonito.Y con tantos recuerdos...
Sé que lo dije, no estoy segura de si lo prometí...pero ahora no puedo resistirme.
Para estos días - y en mi caso, para todas- haced una excursión al armario de vuestras abuelas.
Además de llevados una grata sorpresa, si están con vosotras las haréis inmensamente felices, y si no, lo seréis vosotras haciéndoles un particular homenaje...
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