Hoy os traigo una melonada. Es lo bonito de la moda, que frecuentemente trae cosas tan peregrinas que nos hacen sonreír...
Pero aun a riesgo de que me aticéis con un ídem "en todo lo alto" de la cocorota, yo os lo voy a contar...
Porque así soy yo, arriesgando mi integridad, física y mental en pos de la noticia, ahí, ahí, al filo de la tendencia.
Si tuviese que ponerle una etiqueta a esta corriente sería la de "postureo", porque es eso, un gesto, una pose que en un suspiro se ha extendido por todo el mundo conocido, es decir, por el que pulula poniendo morritos bajo el objetivo de una cámara de fotos.
Bueno, vale, me dejo de suspense...
Olvidaos de si este otoño se lleva la melena mido, el corte pixie, el falso bob o el efecto desgastado.
Que no os haga llegar tarde al trabajo el elegir raya en medio o lateral.
Que no os arruine la noche del sábado un pelo encrespado ni dejéis de acudir a una cita con el hombre de vuestros sueños porque las puntas de vuestra melena no parezcan de pelo humano.
No, la solución a nuestros problemas la han traído (de los pelos, ja, ja) las inventoras (mejor dicho "rescatadoras") de"la chaqueta sobre los hombros" y del "no usar las asas del bolso".
¿Que de qué se trata? Pues queridas, ni mas ni menos que... dejar el pelo metido por debajo del cuello del abrigo!!! O de la bufanda o, en los casos más osados, bajo el jersey de cuello alto.
Si, así, como suena.
En realidad, la autoría de la tendencia hay que atribuírsela a mi santa madre.
Allá por los años 80 ( en mi casa somos así de avanzadas) me enviaba al cole envuelta en una bufanda de cuerpo entero que solo dejaba asomar la borla del gorro si era invierno, o los pelillos del cogote si estábamos en otoño o primavera.
Esa bufanda pillaba entre sus vueltas todo lo que se le pusiese por delante, bien fuese la melena o la tostada del desayuno si te la estabas terminando...
Que recuerdos...para que luego digamos que los niños no tienen problemas...no veáis cómo era la fase de desenrosque...
Y he aquí que unos cuantos años después, lo veo en todas las guays...
Una vez más no sabemos si fue antes la gallina o el huevo, si fueron los desfiles o el street style (yo voto por lo último).
Lo que no deja lugar a dudas es que lo han hecho suyo rápidamente todas las fashionistas del planeta, y es que, complicado, complicado, no es....te apuntas?
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